Top 12 ConquesGuía Turística
Conques, una joya del arte románico
Desde las tierras austeras y salvajes del Aubrac, los peregrinos bajaban hacia el valle del Lot haciendo parada en Conques. Miles de ellos acudían por la Via Podiensis en busca de sí mismos...
A final del camino, el hermoso pueblo de Conques y su iglesia abacial con su precioso tímpano siguen siendo uno de los centros de arte y espiritualidad más importantes de Occidente . Gracias a las reliquias de Sainte-Foy, traídas de Agen en el año 883, Conques se ha convertido en una de las etapas más concurridas del Camino de Santiago que sale del Puy en Velay. Hoy, todavía son muy numerosos los caminantes que cogen este camino histórico, parando en el pueblo donde la comunidad de religiosos de Conques les da la bienvenida.
La iglesia-abadía
Desde su fundación, la iglesia-abadía de Conques siempre ha acogido a peregrinos de toda la Europa cristiana que vienen a venerar las reliquias de Sainte Foy. El Libro de los Milagros es testigo de este fervor popular.
Junto a los peregrinos tradicionales, cada vez son más los caminantes modernos que se acercan a este itinerario cultural por diversos motivos. Conques ofrece una ocasión privilegiada para el encuentro humano y el descubrimiento de este excepcional patrimonio artístico y arquitectónico.
Descubra las vidrieras de Pierre Soulages. Entre, levante la cabeza y observe la acción de la luz sobre las vidrieras. Es trascendental.
Un verdadero tesoro
Dos salas del Tesoro están abiertas para las visitas. Albergan la famosa estatua-relicario de Sainte-Foy, una estatua de oro y piedras preciosas que regalaron los peregrinos, así como un gran número de piezas de orfebrería medieval, tapices y los capiteles del antiguo claustro.
Descubra el tesoro
El puente sobre el Dourdou
Desde el centro de Conques, coged la calle Charlemagne en el GR 65, cruzar la puerta del Barry y seguir bajando. Al final, llegaréis al magnífico puente « romano ».
Si seguís por este camino, subiréis luego hacia la capilla Sainte-Foy donde disfrutaréis de un bonito panorama sobre Conques. Según la tradición, cada peregrino toca la campana y algunos tendrán la suerte de oír a los monjes de Conques responderles.
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